En esta pobre población rural el porcentaje de niños con atraso escolar es muy elevado. Esto se debe, principalmente, a la alta tasa de desnutrición en la infancia y a que, en muchos casos, se utiliza a los niños como mano de obra para los trabajos productivos por la falta de recursos económicos en las familias campesinas. En general los niños estudian hasta terminar la primaria y de allí, pasan a apoyar en todas las labores que realiza la familia para generar unos mínimos ingresos propios.

Los niños que habitan en estas zonas rurales asumen, desde muy temprana edad, responsabilidades de trabajo y actividades que realizan antes de asistir a sus clases en la escuela. Esto hace que lleguen cansados y, generalmente, con una alimentación deficiente y de mala calidad, lo que influye y favorece un deficiente rendimiento educativo. Esta situación es mucho más visible en el caso de las niñas, porque es muy común que se limite su educación a los niveles básicos, ya que se considera más beneficioso para la familia que se quede en casa, apoyando en las labores domésticas.